¿Cuál es tu capacidad cardiovascular? Los científicos comparten una forma rápida y fácil de averiguarlo.
Un nuevo estudio muestra cómo el microbioma intestinal puede desactivar una bomba de relojería que amenaza nuestro cuerpo.
Hablamos de estos dos interesantes temas que nos traen las últimas investigaciones en el campo de la salud.
CÓMO COMPROBAR LA SALUD DE TU CORAZÓN EN TAN SÓLO UN MINUTO
Olvídate de minuciosas pruebas y de tecnología: si lo que quieres es comprobar tu capacidad cardiovascular, lo único que necesitas son unos tramos de escalera. Un nuevo estudio muestra que subir cuatro tramos de escalera es una forma fácil de evaluar la salud de tu corazón.
«Si tardas más de un minuto y medio en subir cuatro tramos, tu estado de salud no es el óptimo, por lo que sería una buena idea consultar con un médico», indica el Dr. Jesús Peteiro, cardiólogo del Hospital Universitario de A Coruña (España) y autor del estudio.
El Dr. Peteiro seleccionó a 165 personas que presentaban síntomas de enfermedad arterial coronaria (como por ejemplo dolor en el pecho o falta de aire durante el ejercicio). Los participantes en el estudio debían caminar o correr sobre una cinta, mientras se aumentaba gradualmente la intensidad y se medía su capacidad para hacer ejercicio con una unidad denominada MET (equivalente metabólico). A continuación, después de un descanso de 20 minutos, se cronometró el tiempo que tardaban en subir los cuatro tramos de escalera a un ritmo rápido, sin detenerse y sin correr. Al comparar los resultados, los investigadores descubrieron que las personas que subieron las escaleras en menos de 45 segundos también alcanzaban más de 9-10 MET (lo que es un gran resultado, teniendo en cuenta que estudios anteriores han demostrado que alcanzar 10 MET en un test de ejercicio está relacionado con una tasa de mortalidad muy baja). Por el contrario, las que tardaron 1,5 minutos o más en subir las escaleras obtuvieron menos de 8 MET, lo que está asociado a una tasa de mortalidad del 2-4 por ciento / año, o del 30 por ciento en 10 años. Aunque este estudio se centró en personas con síntomas de enfermedad arterial coronaria, el Dr. Peteiro señaló que la correlación entre el tiempo de subida de los tramos de escalera y la capacidad para hacer ejercicio (por ejemplo, los MET) sería similar al de la población en general, si bien las tasas de mortalidad correspondientes serían menores.
LAS “PASTILLAS MÁGICAS” DE MICROBIOMA QUE CAMBIARÁN TU FORMA DE METABOLIZAR LOS ALIMENTOS
Un estudio neozelandés pionero ha aportado resultados muy interesantes, revelando cómo los microorganismos intestinales (conocidos como microbioma) de jóvenes sanos y delgados pueden contribuir a mejorar la salud de adolescentes clínicamente obesos (lo que significa que presentan un IMC superior a 30). En el estudio participaron alrededor de 90 adolescentes, muchos de ellos con síndrome metabólico.
Al síndrome metabólico se le conoce como la «bomba de relojería» de los problemas de salud. Es una peligrosa combinación de niveles altos de presión arterial, azúcar y lípidos y exceso de grasa abdominal, que puede provocar infartos, derrames cerebrales y diabetes de tipo 2.
Durante 2 días, se trató a cada adolescente con cápsulas placebo o bien con cápsulas que contenían microbioma intestinal de jóvenes sanos. Tras ingerir estas últimas, el microbioma de los pacientes obesos cambió, volviéndose similar a la de los donantes sanos. Los jóvenes tratados con microbioma experimentaron rápidamente una mejoría en su estado, desaparecieron casi la totalidad de los signos del síndrome metabólico, a pesar de no haber cambiado ni sus hábitos de ejercicio ni su dieta. Tras el tratamiento, el 78% del grupo de receptores ya no padecía síndrome metabólico.
El profesor Wayne Cutfield, Director del estudio, se muestra muy satisfecho con los resultados: «Se trata de un área experimental, pero nos estamos acercando a terapias revolucionarias, que pueden cambiar la vida de las personas». Ahora tenemos pruebas de que alterando el ecosistema de las bacterias que habitan en los intestinos de las personas, podemos modificar la forma en la que metabolizan los alimentos, lo que puede conducir a la pérdida de peso y -como muestra el estudio- a la reducción de los riesgos comúnmente asociados a la obesidad.