Descubre la inspiradora historia de cuatro luchadoras que utilizaron su fuerza para combatir el cáncer, superar los trastornos alimenticios, plantar cara a la tradición y afrontar la maternidad.

 

cuatro mujeres fuertes

ME SIENTO INVENCIBLE.

“Sufrí desórdenes alimenticios. Me asustaba lo que los demás pudieran pensar. Me preocupaba tener un cuerpo con el que no me sentía a gusto. Pero el fitness lo cambió todo. Cuando entreno, siento mucha más confianza en mí misma.»  Descubre la historia de Eli en este vídeo.

NO ESTOY ENFERMA. SOY FUERTE.

«Cuando me diagnosticaron cáncer, supe que tenía que ser fuerte. Tengo tres hijos. Sé que entrenar y sentirme en forma contribuirá a mi recuperación.»

Descubre la historia de Nikki en este vídeo.

AHORA SOY UNA MADRE MEJOR.

“Como madre primeriza, en aquellos primeros meses, poder entrenar fue un regalo. Encontré espacio para mí misma, me sentía descansada y supe que podría ser una madre mucho mejor.»

Descubre la historia de Portia Prince en este vídeo.

ENTRENAR ES MI TERAPIA.

“En mi cultura, las mujeres ocupan un lugar muy concreto. Me decían que ningún hombre querría casarse conmigo si estaba más fuerte que él. Pero mi madre me dijo No les hagas caso. Haz lo que te haga feliz.»

Descubre la historia de Phieng Phongsa en este vídeo